Historia de la salud bucal: Decoraciones para dientes

Puede que piense que el ¨bling¨ es una moda nueva pero sucede que incluso las civilizaciones en la antiguedad estaban fascinadas con embellecer sus dientes. La odontología cosmética tiene una historia larga y sorprendente — ¡conózcala!

1800 a.C. al 250 d.C.

Algunos de los primero decoradores de dientes fueron dentistas mayas que decoraban los dientes con jade, turquesas, oro y amatista. Este proceso incluía hacer agujeritos en los dientes y luego usar pegamentos hechos a base de plantas para pegar las decoraciones.

250 al 1879

Según una costumbre conocida como ¨ohaguro¨, los aristócratas japoneses pintaban sus dientes de negro cuando llegaban a la pubertad como un símbolo de salud, belleza y estátus. La tinta se hacía disolviendo pedacitos de hierro en vinagre y también se creía que ayudaba a preservar los dientes y protegerlos de volverse amarillos y de las caries. Aunque la práctica se popularizó durante los siglos 8 al 12, se llegó a prohibir en el 1870 bajo el gobierno Meiji.

1178

Cuando los exploradores chinos en las montañas de las Filipinas describieron sus encuentros con una ¨tribu brava con dientes cubiertos de oro¨, estaban, sin saberlo, documentando por primera vez la odontología cosmética. La evidencia aqueológica sugiere que estos ¨dientes cubiertos de oro¨ se lograban mediante martillazos de placas de oro en la boca. A veces el oro se adhería haciendo pequeños agujeritos en los dientes. ¡Hacemos lo que sea con tal de vernos bellos!

1401 al 1500

Unas calaveras desenterradas pertenecientes a la Dinastía Ming, revelaron que los chinos de esa época adornaban sus dientes usando patrones muy elaborados de escamas de peces hechos de oro.

Actualidad

La decoración de los dientes incluye una variedad de cosas, desde parrillas a prendas para los dientes e incluso tatuajes en los dientes.

A pesar de su insistente popularidad, la decoración de los dientes usualmente causan complicaciones dolorosas y costosas. Así que, considere darle prioridad a su salud bucal y admire las decoraciones dentales en los museos en vez de en su boca.