Alrededor del mes de septiembre aumentan los detonantes de las alergias. El polen de la ambrosía, que es producido por un arbusto muy común en Norteamérica, es uno de los responsables principales. La deliciosa brisa otoñal transporta el polen a través de cientos de millas, así que, aun si no hay plantas de ambrosía a su alrededor, éstas podrían intensificar sus alergias. El otoño también activa las esporas de hongos y los ácaros del polvo, los cuales pueden causar goteo nasal y ojos llorosos.

La alergia al polen puede afectar sus dientes de las siguientes formas:

• Boca reseca. Es probable que respire por la boca cuando se le tapa la nariz. Esto podría secar la saliva y de esta forma, poner sus dientes en riesgo de caries. La saliva ayuda a digerir la comida, limpia las partículas de la comida y neutraliza la acidez. Los antihistamínicos también pueden contribuir a la resequedad de la boca.

• Dolor de los dientes. ¿Le duelen los dientes superiores? Las alergias podrían ser las culpables. La congestión nasal en la cavidad que se encuentra encima de la boca podría presionar la raíz de sus dientes y causar el dolor de dientes.

• Mal aliento. El aumento en el número de bacterias asociado con el goteo pos nasal, un síntoma común de la alergia, puede causar mal aliento.

Es sencillo encontrar alivio para sus alergias y proteger sus dientes:

• Tome antihistamínicos para mantener sus alergias controladas. Los antihistamínicos pueden reducir los síntomas del goteo nasal y la congestión, y de los efectos dentales de éstos.

• Tome más agua. La hidratación apropiada reduce los efectos de una boca seca. También puede ayudar a combatir la cogestión. Si aun sufre de boca seca, pregúntele a su dentista por los sustitutos de la saliva.

• Use un humidificador de aire. El usar un humidificador de aire mientras duerme podría mejorar los síntomas de las alergias. El vapor que produce alivia la garganta y reduce la inflamación.

Si le preocupan sus alergias o su salud bucal, no dude en consultar su médico o dentista.