Por qué el agua es buena para la salud dental

Agua. Alimenta las plantas, la vida en el océano e incluso las células de su cuerpo. Pero, ¿sabía que también es esencial para su salud dental? Tómese un minuto para conocer las cuatro maneras en que el agua ayuda sus dientes y encías.

1. Enjuaga las bacterias dañinas.

El tomar agua después de comer puede ayudar a limpiar su paladar, sus dientes y su aliento, especialmente cuando no tiene tiempo de cepillarse los dientes. La comida deja restos que se convierten en ácido que causa caries.

¿Quiere parar este proceso? Mantenga un vaso de agua a mano para tomárselo luego de comer. El agua ayuda a limpiar los pedacitos de comida y bacterias antes de que puedan hacerle daño a los dientes. Aun más, diluye los ácidos de su boca.

2. Fortalece el esmalte

¿Sabía que la superficie de sus dientes es el material más duro del cuerpo humano? Incluso, es más dura que los huesos, el 96% del esmalte está hecho de mineral. Sin embargo, si no está atento, los alimentos y las bebidas ácidos pueden debilitar rápidamente esta importante defensa.

Para proteger sus dientes de la caries dental, escoja agua que contenga flúor. Mediante un proceso llamado remineralización, el flúor ayuda a endurecer su esmalte y evita que se formen caries. Si el agua local no contiene flúor, hable con su dentista sobre los suplementos de flúor.

3. Combate la boca reseca

La boca reseca no solamente es incómoda, sino que también aumenta su riesgo de enfermedades de las encías y caries. La saliva ayuda a enjuagar las bacterias dañinas yel ácido. Mantenga una botella de agua con usted y tome agua durante el día para mantener la boca húmeda.

4. Lo mantiene hidratado

No hay ninguna otra bebida que se le compare. El agua es la mejor manera de hidratarse. Como el agua no contiene ningún aditivo que deshidrate, puede combatir la sed rápidamente y ayudarlo a tener una boca y cuerpo saludable. ¿Está buscando cómo innovar un favorito de todos los tiempos? Añádale un toque de moras y menta al agua.

¿Sabía que...?

Un adulto promedio necesita tomar de ocho a 13 tazas de agua cada día.