A medida que he ido envejeciendo, he tomado más consciencia sobre lo que ingiero. Creo en el viejo proverbio “Somos lo que comemos”. Todo lo que coma y beba puede afectar su salud y bienestar general. Cuanto más saludables sean las comidas y las bebidas que consuma, mejor se verá, se sentirá, dormirá y realizará actividades físicas.

También me he dado cuenta de la importancia de mantenerse hidratado a lo largo del día. Cuando se trata de líquidos, generalmente voy por el agua. Por lo general, el agua del grifo tiene el beneficio adicional del flúor. El café sin azúcar, el té helado y el té caliente cuentan como agua de color en mi libro. Los estudios recientes han disipado la idea generalizada de que estas bebidas son deshidratantes.

El foco de esta tendencia dental de este problema investiga el agua carbonatada sin azúcar. La carbonación en sí no parece ser dañina cuando se trata del agua con gas, y beber agua carbonatada puede ser una buena fuente de hidratación. Solo tenga cuidado con aquellas con azúcar agregada o ácidos cítricos.

Y si tiene más de 21 años, la cerveza, el vino, el whisky o cualquier otra bebida para adultos que tome ocasionalmente puede contribuir a una vida feliz y dulce.